Me sumo a la felicitación y aquí les comparto algunos datos interesantes.
DÍA DEL ABOGADO
El Día del Abogado se instituyó en 1960 por acuerdo presidencial del Licenciado Adolfo López Mateos, a propuesta del periódico Diario de México; en recuerdo de que el 12 de julio de 1553, el Licenciado Bartolomé Frías y Albornoz, impartió la primera cátedra de Derecho en América, en la Real y Pontificia Universidad de México (hoy UNAM); confirmándose esto en el año de 1985, cuando se celebró el Día Internacional del Abogado, habiendo concurrido representantes de las Escuelas y Facultades de Derecho del continente Americano.
Coincide esa fecha con la del 12 de julio pero de 1859, en que se decretó la Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, que fue la primera de las Leyes de Reforma, que en este año 2009, están cumpliendo 150 años de haberse decretado, y las cuales fueron adicionadas a la Constitución de 1857, lo que motivó la Guerra de Reforma o de Tres Años (1859-61), de los Conservadores contra los Liberales, y que perdieron los primeros.
Las Leyes de Reforma fueron redactadas por abogados como Benito Juárez, y una pléyade de brillantes liberales como Sebastián Lerdo de Tejada, Ignacio Ramírez, Melchor Ocampo, y otros.
Además del compromiso contraído en los diversos eventos, acerca de que la ética impere en el mundo del derecho, los abogados también adquirieron el de ser vanguardistas en hacer realidad el Estado de Derecho, en todos lo órdenes de la vida pública de México y en todas las instancias legales, para que no sea realidad únicamente en el juicio de amparo; pues así lo está demandando a gritos la sociedad.
La irritación y la desesperación de la población ante el descrédito de las instituciones exige que cuanto antes el derecho se sobreponga a los funcionarios y los políticos que lo han corrompido, dándole impunidad a quienes lo violan; comprometiéndose los abogados a involucrarse en todas las actividades humanas, a las que al derecho no les son ajenas; pues el derecho debe estar al servicio del hombre, sobre todo del hombre desvalido, toda vez que el pudiente se defiende solo; toda vez que solamente así el derecho podrá alcanzar la justicia y la libertad; de cuyos valores los abogados deberán ser sus soldados y sus defensores; habiendo concluido que en estos tiempos de crisis de valores, el abogado debe ser factor de cambio y de progreso, para justificarse en la sociedad.
Fuente:Fernando Rangel de León / MILENIO