Calderón, sometido por los 400 intocables
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]¿Que hará el Presidente para que paguen?
¿O acaso todo se quedará en lamentos?
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El “puente de muertos” dejó trunco un debate fundamental sobre la responsabilidad legal y ética de los 400 grandes empresarios mexicanos que escamotean impuestos a todos los mexicanos y cuyas trampas denunció el propio Felipe Calderón.
Pero más que la denuncia —que de suyo dejó boquiabiertos a propios y extraños— lo interesante del escándalo es que pareciera que frente al poder descomunal de esos 400 potentados, el gobierno federal, el Estado y, sobre todo, el Presidente nada pueden hacer. Y es que a la par del “grito desesperado” de Calderón, se confirmó que los 400 no sólo son intocables, que no han pagado impuestos en los últimos 20 años, sino que no pagarán.
Como todos recuerdan, enmedio de la discusión del Presupuesto de Egresos —que enfrentó a partidos de todos los signos; a diputados y senadores de todas las fracciones—, el pasado miércoles Felipe Calderón dejó con la boca abierta a propios y extraños cuando en una declaración pública —que algunos quisieron ver como un desliz— acusó a los grandes empresarios de no pagar impuestos.
Contra lo que muchos imaginaron luego de la arenga del miércoles, el Presidente repitió la dosis el jueves y el viernes —éste último matizado— en la que pidió que paguen aunque sea una parte, al tiempo que propuso revisar la ley respectiva, para evitar la llamada consolidación fiscal, que no es más que una trampa recaudatoria para evadir los impuestos.
Lo curioso del asunto es que a pesar de la arenga de que los grandes capitales evaden impuestos es un estandarte enarbolado por Andrés Manuel López Obrador —y que el reclamo a los grandes empresarios para que paguen correctamente sus impuestos es una fórmula realista para salir del hoyo fiscal—, nadie en el Congreso retomó el llamado presidencial e incluso abundaron las voces que cuestionaron como exceso del Presidente el señalamiento. ¿Por qué ni el PRD y la izquierda siguieron por esa ruta?
La respuesta es demoledora; porque los 400 son intocables y porque los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, son rehenes de los dueños del dinero. Como lo dijimos aquí el pasado domingo, imperó la alianza PRI-PAN, en tanto que el papel de la llamada izquierda mexicana es sólo de convidado de piedra. ¿Por qué? Porque en las dos décadas recientes las tribus de la izquierda destruyeron la alternativa de poder y legislativa que era el PRD y sus aliados. Y con ello —les guste o no a fanáticos amarillos y del mesías— fortalecieron el bipartidismo PRI-PAN. Hoy sólo les queda el vergonzoso lamento.
Pero el caso de los 400 intocables y del “grito desesperado” de Calderón, no es y no puede quedar en mera anécdota. El hecho de que el presidente haya recurrido a ese expediente en momentos de tensión y crisis política frente a la Ley de Ingresos, no es casual, tampoco motivo de un dislate y menos una mera ocurrencia. ¿Por qué decidió sacar el tema el Presidente? Se pueden aventurar tantas hipótesis como la imaginación lo permita. Ensayamos una que parece de sentido común. Felipe Calderón sacó el expediente de los 400 intocables que no pagan impuestos —justo cuando el gobierno azul y el PAN habían decidido pagar los costos del elevar el IVA y el ISR, en una grosera reforma fiscal sólo recaudatoria— precisamente para lavar la cara de su gobierno y su partido. Es decir. El presidente le habla a los mexicanos, llama a los empresarios a que paguen su parte en la recaudación, y justifica que frente a esos perversos y ambiciosos industriales, el gobierno y el partido azul no tienen más remedio que elevar impuestos. En pocas palabras, endosa el desprestigio a la iniciativa privada.
Olvida Calderón que quedan en el aire muchas otras interrogantes sin responder. ¿Apoco hasta hoy se dio cuenta que los 400 intocables no pagan impuestos? ¿Por qué no lo dijo desde el inicio de su gobierno? ¿Por qué no propuso modificar la llamada consolidación fiscal? ¿Por qué no negoció con PRI y PRD que esos grandotes intocables pagaran su parte? ¿Por qué no propuso, a cambio de elevar el IVA de 15% a 16% y el ISR de 15% a 16%, no propuso una reforma fiscal de fondo? ¿Por qué…?
No, el presidente no puede venir hoy, cruzada la mitad de su gestión, a gritar que los grandes empresarios no pagan, sin llevar por delante una propuesta realista y negociada para que esos grandes barones del dinero paguen la parte que les corresponde. Si tuvo el valor de liquidar Luz y Fuerza porque era onerosa para el Estado y los ciudadanos, debe tener el valor de obligar —con todo el peso del Estado— a que los empresarios paguen lo que deben aportar al propio Estado. Si no, el suyo será un gobierno del montón. Al tiempo.