En la repeticion del programa Deudas y Soluciones, del 10 Sept se comentó que en ninguna parte del mundo habia carcel por deudas.
Me acorde de este articulo que lei hace tiempo. "El lado oscuro de Dubai"
Describe un caso muy comun.... (anexo un extracto)
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Su marido, Daniel, compro dos propiedades. “Estábamos emborrachados de Dubai”, dijo ella. Pero por primera vez en su vida, el empezó a manejar mal sus finanzas. “No estábamos hablando se sumas inmensas, pero el estaba empezando a confundirse. Era tan distinto al Daniel de siempre, yo estaba sorprendida. Nos endeudamos un poco”. Tras un año, ella descubrió el por que: Daniel fue diagnosticado con un tumor cerebral.
Un doctor le dijo que tenia un año de vida; otro le dijo que era benigno y que se mejoraría. Pero sus deudas seguían creciendo. “Antes que llegara acá, no tenia idea sobre las leyes de Dubai. Presumí que si todas estas grandes compañías llegaban acá, debía ser bastante parecido a Canadá o cualquier otra democracia liberal”, agrego. Nadie le dijo que no existía el concepto de bancarrota. Si caías en una deuda que no podías pagar, terminabas en la cárcel.
“Cuando me di cuenta de eso, encare a Daniel y le dije: escucha, necesitamos salir de aquí. El sabia que tenia garantizado una indemnización si el renunciaba, así que dijimos – bien, tomemos la indemnización, paguemos la deuda y marchemos”. Entonces Daniel renuncio – pero se le dio una indemnización menor a la que su contrato sugería. La deuda permaneció. Tan pronto renuncias a tu trabajo en Dubai, tu empleador tiene que informar a tu banco. Si tienes cualquier deuda importante que no ha sido cubierta con tus ahorros, entonces todas tus cuentas son congeladas, y se te prohíbe salir del país.
“Repentinamente nuestras tarjetas dejaron de funcionar. No teníamos nada. Fuimos arrojado de nuestro departamento”. Karen no pudo hablar de lo que sucedió inmediatamente después por un largo rato; ella estaba temblando.
Daniel fue arrestado y hecho desaparecer el mismo día del desalojo de ambos. Pasaron seis días antes que ella pudiera hablar con el. “Me dijo que lo pusieron en una celda con otro deudor, un Cingales de solo 27 años, quien dijo que no podría enfrentar la vergüenza con su familia. Daniel despertó para ver al chico tragarse unas navajas de afeitar. El golpeo la puerta pidiendo ayuda, pero nadie acudió, y el muchacho murió delante de el”.
Karen logro mendigar ayuda de sus amigos durante unas cuantas semanas, “pero era tan humillante. Nunca viví así. Yo trabajaba en la industria de la moda. Tenía mis propios negocios. Yo nunca…”, quedo en silencio.
Daniel fue sentenciado a 6 meses de cárcel en un juicio que el no pudo entender. Era en Árabe, y no había traductor. “Ahora estoy ilegal aquí, también”, añade Karen, “no tengo dinero, nada. Tengo que aguantar de alguna manera nueve meses, hasta que el salga”. Mirando hacia el horizonte, casi congelada de vergüenza, me pregunta si le puedo comprar algo de comer.
Ella no es la única. En toda la ciudad, hay extranjeros arruinados, durmiendo secretamente en las dunas, en el aeropuerto, o en sus autos.