Ante la angustia y el miedo que causa un adeudo cuantioso, es importante que no te doblegues. Reconoce las circunstancias y las decisiones personales que te llevaron a esta situación, pero no te avientes a los vidrios ni cedas al pánico. Estás en un buen espacio, con DDD estás protegido. Asume tu responsabilidad, infórmate, acércate a los podcasts y a todos los nortes que la Asociación ofrece, y hazte con el liderazgo de la situación. Con paciencia y apoyo no saldrán mal las cosas. Ánimo.