Un robo más, plan de créditos para que empleados del ISSSTE paguen sus tarjetas
Gabriel León Zaragoza
El programa de préstamos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) para que sus empleados reduzcan o paguen deudas en tarjetas de crédito –con tasas de interés de 14 por ciento–, anunciado recientemente por el presidente Felipe Calderón, es un robo más de este gobierno, debido a que está utilizando los fondos de los trabajadores para garantizar las ganancias de la banca, denunció la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos.
En conferencia de prensa, Antonio Vital, presidente del organismo, anunció una serie de movilizaciones y acciones ante instancias federales para que cesen los apoyos al sector financiero a costa de la población.
También calificó de ilegal y un atropello del director del instituto, Miguel Ángel Yunes, la creación de un fondo por 600 millones de pesos, con recursos de los empleados, para otorgarles préstamos hasta por 40 mil pesos para que regularicen su situación con los bancos. Esos fondos –dijo– deben destinarse a préstamos personales para que los trabajadores del instituto cubran sus necesidades económicas y adquieran bienes domésticos.
Adicionalmente, rechazó las altas tasas de interés planteadas en el programa federal, que en su consideración deben ser de 0.25 y hasta 0.5 por ciento, cifras acordes con las percepciones de los trabajadores y con la inflación, dijo.
Plantear 14 por ciento es un robo del gobierno federal a los ahorros de los trabajadores, máxime porque se trata de una prestación que se tiene constituida, refirió.
Entre las acciones de rechazo al crédito personal anunciado por Felipe Calderón el pasado martes, expuso que con sus agremiados –entre ellos trabajadores de los sectores público y académico– acudirán esta semana a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros para que atienda los miles de reclamos que ha recibido por la desaparición de los fondos del retiro.
Asimismo, irán al Congreso y a la Corte para protestar por las altas tasas de interés de los bancos y el anatocismo aprobado por los ministros.