http://www.rumbodemexico.com.mx/macnews-core00005n/notes/?id=18950717/02/2009 12:42:01 a.m.
Enrique Vargas Anaya*?
La semana pasada, las comisiones de Hacienda y Fomento Económico nos reunimos con el titular de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Luis Alberto Pazos de la Torre, para analizar y discutir la situación que están viviendo los tarjetahabientes, entre los que se encuentra un sector importante de capitalinos.
El objetivo, obtener información útil acerca de las acciones que este organismo público está realizando para cumplir con su misión de protección y defensa de los derechos e intereses del público usuario de los servicios financieros, en el afán de que los diputados locales coadyuvemos con dicha instancia en la medida de nuestras facultades.
Y es que como legisladores capitalinos hemos recibido las inquietudes de la ciudadanía al respecto, sabemos de acuerdo a cifras de la misma institución, que durante los tres años anteriores, la emisión de tarjetas de crédito se disparó en más de 340%, pasando de 7.5 millones a cerca de 25.4 millones de plásticos.
Lo anterior, implicó que la cartera total subiera más de siete veces, de 42 mil a 316 mil millones de pesos, es decir, cada tarjeta de este servicio en el país tiene un promedio de 13 mil pesos de crédito, si a ello agregamos que cada usuario tiene un promedio de 1.5 tarjetas, cada uno tendría aproximadamente 20 mil pesos.
Como era de esperarse, paralelo a este boom, se incrementó la cartera vencida hasta llegar al 11%, lo que equivale a cerca de 35 mil millones de pesos, esto nos dice que más de millón y medio de mexicanos se encuentran ya en una situación en la que mínimamente tienen tres mensualidades atrasadas que no han podido cubrir.
El origen de esta cartera vencida es múltiple, sin embargo, definitivamente el elemento principal del fenómeno son las elevadas tasas de interés y los altos cargos. Los CAT (Costo Anual Total) cobrados por las entidades financieras oscilan entre 50% y 113%, es decir, son establecidos al arbitrio de dichas instituciones, con lo cual se salen de todas proporciones, no sólo con los propios intereses cobrados en los créditos para automóviles o los hipotecarios que oscilan entre 13% y 23%, sino con los parámetros internacionales.
Esta situación, se debe fundamentalmente a que la emisión irresponsable de tarjetas obliga a los bancos a mantener esos niveles de comisiones con el fin de proteger sus altas utilidades, ante ello nuestra inquietud y preocupación ante un panorama que apunta a una situación de insolvencia generalizada, disminuyendo significativamente la capacidad de consumo y bienestar de sectores importantes de la población.
*Presidente de la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa
del Distrito Federal