Carlos Loret de Mola
Historias de reportero
11 de junio de 2009
Hace un par de años, en Primero Noticias de Televisa andaba este reportero chacoteando con una información que llegaba desde Bélgica: una candidata al Senado ofrecía sexo oral a cambio de votos (hasta juntar 400 mil). Recurrí a la fórmula sencilla de provocar con un “imagínense que aquí lo ofreciera Elba Esther… ¡n’hombre!”. Fue corriente y reprobable, pero sobre todo fue estúpido.
Cuando tiene una riqueza inexplicable, encabeza el sindicato menos transparente y más afortunado de América Latina, recurre a la oscuridad de los amarres electorales para extender sus redes en la política, funda un seudopartido basado en el corporativismo, juega a la defraudación electoral y en el camino aplasta el futuro educativo de millones de niños mexicanos, ¿qué sentido tiene hablar de su aspecto físico? Ninguno.
Sobre Elba Esther hay motes, apodos, chistes, comentarios sexistas y, desde hace tres semanas, una foto con los senos expuestos, publicada por un periódico que aprovechó un accidente de su vestuario. Todo esto, a lo que hemos contribuido no pocos, le hace un favor: tiende una cortina de humo sobre las inexplicadas irregularidades y le ayuda a alimentar el mito de “la maestra” del que tantos beneficios ha sacado.
En este sexenio, por ejemplo, la Lotería Nacional, como si fuera guardería del IMSS, está subrogada a Elba Esther Gordillo: se la dieron como un pago de favores políticos, ella la tiene por el negocio que representa, pone ahí a cualquiera aunque no sepa de beneficencia pública y, cuando se incendia, la maestra no se quema, simplemente cambia a un incondicional por otro (Ruiz, Yáñez, Jiménez, y desde anteayer, González Roaro).
Cualquier aproximación para enlistar los tentáculos políticos de Gordillo se queda corta: tiene diputados en todos los partidos, tiene un partido propio, se la deben cuando menos 10 gobernadores, operó para el Presidente en la elección de 2006, la Alianza Educativa pasa por su escritorio, tiene a un yerno de subsecretario en la SEP, nada se mueve ahí sin su visto bueno, tampoco en el ISSSTE ni en el IMSS. Bueno, con decir que tiene hasta una empleada como vicepresidenta de la organización internacional que se encarga de hacer las certificaciones de calidad ISO. Y, claro, ya van a certificar a las escuelas para que se vea que todas enseñan requetebién.
SACIAMORBOS
¿Confía el Ejército en los elementos de su zona militar de Michoacán? ¿O por qué en el operativo antialcaldes tampoco fueron avisados ni requeridos, y prefirieron mandar a sus soldados de élite desde el centro del país?