Ley SOPAEl acrónimo que identifica este proyecto de ley estadounidense (SOPA) poco tiene que ver con la alimentación, quizás esté más emparentado con una cacería y posterior canibalización del complejo universo de internet, la creatividad que fomenta y la igualdad de posibilidades tal como la conocemos hasta ahora.
Stop Online Piracy Act, para los amigos SOPA, es el proyecto de ley presentado en el Congreso de los Estados Unidos para poder cerrar cualquier sitio web sospechoso de contener material que viole los derechos de autor o propiedad intelectual de su propietario original y que estén siendo utilizados sin su consentimiento. Esto incluye un vasto universo, englobado casi de forma infantil en la etiqueta “infracción de Copyright”, tal como dicen algunos de los autores citados en esta nota, “es el fin de los Justin Biebers”, artistas que lograron trascender gracias a un universo web que permite difundir libremente una obra sin restricciones. El accionar de una ley así terminaría con todo tipo de iniciativa relacionada con la creatividad, difusión de contenidos e incluso, tráfico web de los sitios en internet.
Lo complejo de la situación, así como el interés de los promotores de SOPA para que sea lo más compleja de analizar por el ciudadano común, ha hecho que muchos grupos activistas como Mozilla Electronic Frontier Foundation o la Free Software Foundation comiencen campañas para intentar aclarar el panorama y los alcances de este tipo de iniciativas del gobierno, la cual posee el aval de los miles de millones de dólares aportados por las compañías y productoras de contenidos que desean proteger sus activos y pretenden convertir a internet en un carrito de compras y consumo con un nivel de control similar al de la televisión.
Estas organizaciones, agrupadas en la American Censorship diseñaron una infografía donde se pueden observar los puntos más polémicos del proyecto y sus implicaciones futuras. También empresas líderes en internet como Google, Facebook, Yahoo, eBay, Twitter, LinkedIn, Mozilla y Zynga, se mostraron preocupadas por este proyecto de ley, enviando cartas abiertas manifestando que todo tipo de presión ejercida contra ISPs para controlar la actividad de los usuarios es una clara invasión a la privacidad.
Una iniciativa en Twitter contra la ley SOPA logró que en una hora llegaran más de 23 mil mails de ciudadanos a los congresistas contra este polémico proyecto, al cual ya tratan de “Muro de Internet”.
Ningún sitio quedará exceptuado de una posible infracción ya que el texto de la ley indica que los dos principales grupos de candidatos a ser bloqueados por infracción a esta ley serían, por un lado los infractores directos, aquellos sitios que distribuyan contenidos con copyright sin autorización de los propietarios (imágenes, música, videos, textos), quienes faciliten el uso de esos contenidos distribuidos (cracks, seriales, etc.) y quienes provean herramientas que faciliten la descarga de estos contenidos ilegales (megaupload, megavideo, etc).
Por otra parte, y acá es donde SOPA se pone más compleja, densa y muy subjetiva respecto al alcance de su accionar, serán bloqueados los proveedores de servicios que no tomen medidas ante una “alta probabilidad” de infracción a los derechos de autor o propiedad intelectual. Casi como decir que uno tiene una alta probabilidad de ser alto si mide 1,65 metros, cuando en realidad no lo es. Con esta “precisa” redacción de la ley, no haría falta de una orden judicial para bloquear un sitio, sólo alcanzará con considerarlo sospechoso.
El sistema de sanciones es quizás peor que comer sopa fría a la mañana. Cualquier sitio que infringiera alguna de las condiciones será sometido a una serie de avisos para rectificarse y a una asfixia financiera a través de avisos a sus principales sitios de financiación o que faciliten sus operaciones (Paypal, tarjetas de crédito, entre otros) para que detengan o bloqueen las operaciones realizadas con ese infractor. En síntesis, sin el control adecuado de nuestro contenidos y los contenidos que los lectores incluyan en nuestros sitios, una empresa, startup o sitio web rentable y con años de trabajo podría quedar cerrado en el plazo de cinco días.
Mientras el Congreso estadounidense trata la Ley SOPA, el en Senado del mismo país se tratará la Protect IP Act, una iniciativa similar relacionada con la prevención de amenazas online y la protección de la propiedad intelectual. Introducida en el Senado por Patrick Leahy en mayo de 2011, el objetivo de esta segunda ley es el de darle una herramienta para restringir o bloquear el acceso de sitios dedicados a la venta de productos falsificados o los contenidos que violen derechos de autor. Sólo será necesario que las autoridades que deseen hacer uso de esta futura ley argumenten delante de un juez el motivo de la infracción para que se ejecute.