En el post anterior hablamos acerca del Robo de
Identidad. Ahora: ¿Cómo podemos protegernos de ser víctimas de estos delincuentes?
Pues bien: definitivamente, para evitarlos como sociedad es indispensable promover la creación de mejores leyes a fin de que tanto las instituciones crediticias como el resto de las potenciales fuentes de información, se vean obligadas a mejorar sus sistemas de seguridad para prevenir este tipo de delitos. Mientras esto sucede, todas las personas pueden seguir las siguientes medidas de seguridad a fin de reducir lo más posible la probabilidad de verse afectadas:
1.
No portes contigo tu pasaporte, actas de nacimiento, u otros documentos importantes a menos que vayas a utilizarlos en algún trámite legal. Aunque parezca exagerado, tampoco lleves tu chequera, tarjetas de débito o crédito, a menos de que necesites utilizarlos. No obstante lo anterior, sí es recomendable tener siempre contigo una tarjeta con un límite de crédito muy bajo, para cualquier emergencia que se pudiera presentar.
2.
Registra y da seguimiento a todas sus operaciones de tarjetas de débito y crédito. Una buena forma de hacer esto es mediante un software de finanzas personales como You Need a Budget. Guarda siempre los recibos en un lugar seguro o destrúyelos antes de tirarlos a la basura. No permitas que tu secretaria u otros compañeros de trabajo tengan acceso a tus registros.
3.
Cada mes, cuando recibas tus estados de cuenta, compáralos contra tus registros para detectar a tiempo cualquier anomalía. En dado caso, repórtala de inmediato.
4.
Obtén una vez al año tu reporte crediticio, a fin de detectar a tiempo cualquier movimiento o información que no corresponda a tus registros. Esto es muy sencillo, ya que puedes solicitarlo directamente al Buró de Crédito, a través de su página de Internet:
www.burodecredito.com.mx. De hecho esta institución ofrece un servicio de monitoreo a una cuota muy accesible, llamado Alertas Buró, del cual hablaremos más a detalle pronto.
5.
Cancela todas las cuentas que ya no utilices. Un error muy común de mucha gente es dejar cuentas a su nombre abiertas: un empleado de cualquier banco podría cambiar el domicilio (para que no te des cuenta) y comenzar a utilizarlas para fines ilícitos, incluido el robo de
identidad.
6.
Es muy importante tener a la mano una lista de todos tus números de cuenta y de tarjeta, fechas de vencimiento, y teléfono de servicio de las instituciones financieras emisoras (a nivel nacional e internacional). De esta forma, en caso de robo o extravío, las podrás cancelar sin complicaciones.
7.
Nunca envíes tus datos personales, ni los de tus cuentas, vía correo electrónico a ninguna persona o institución. Antes de realizar transacciones por Internet (reservaciones o compras vía electrónica), verifica que la empresa con la que trabajas sea seria y que la información viaje completamente encriptada. Puedes encontrar más información sobre esto en este post.
Si has sido víctima de un delito similar, lo primero que debes hacer es llamar a tu abogado, para que te asesore en todo sentido. Debes acudir cuanto antes a las autoridades para denunciar el hecho y entregar copia de las actas ministeriales a todos tus acreedores (actuales y potenciales) para que sepan que estás siendo víctima de un fraude.
También te recomendamos, en este caso, que solicites una copia actualizada de tu reporte crediticio para evaluar la magnitud del daño que le han causado. Pide que en dicho reporte incluyan una nota específica de que has sido víctima de un robo de
identidad, por lo que los potenciales acreedores deberán llamarte para confirmar tus datos y cualquier nueva solicitud que recibas.
Recuerda que, a pesar de que no podemos prevenir completamente este delito (ni ningún otro), sí esta en tus manos el reducir las probabilidades de su ocurrencia.
FUENTE: www.planeatusfinanzas.com