http://www.milenio.com/node/148757ES PÚBLICO EL serio problema que atraviesan las instituciones que en los últimos años crecieron en el otorgamiento de tarjetas de crédito, esto por el incremento de la morosidad desde el año pasado, producto de la circunstancia económica.
Lo anterior no ha respetado ni a firmas comerciales ni a los bancos, aunque en este caso sus cifras son públicas, dada su difusión por la CNBV de Guillermo Babatz y la ABM que preside Enrique Castillo.
Hasta noviembre, la cartera vencida en tarjetas crédito de los bancos se ubica en 10.5 por ciento, pero se da por sentado que al menos hasta el tercer trimestre del 2009 la morosidad no se detendrá, máxime el mal entorno del empleo.
No descartan que pueda llegar a 12 y algunos expertos la sitúan hasta en 16 o 17 por ciento en el año.
Sucede además que la base de cartera sana se reducirá, puesto que desde fines del 2008 el ritmo del financiamiento al consumo presenta una dinámica negativa, por la cautela de los bancos.
No se descarta que el crédito al consumo caiga hasta 5 por ciento, lo que contrastará con el 30 por ciento promedio en el que anduvo 2003-2007.
Para el país esto no será una buena noticia, ya que los avances de la bancarización entrarán en un paréntesis. Sólo el crédito al consumo había pasado del 13 al 18 por ciento del PIB en el último lustro, con un universo de 25 millones de tarjetas.
Aun así es una penetración baja, si se considera Brasil con 35 por ciento vs el PIB, Chile 80 por ciento y España más del 100 por ciento.
De las firmas más influyente en tarjetas es American Express (Amex) que encabeza aquí el brasileño Helio Magalhaes. En volumen transaccional es la líder, tras 46 años de operar aquí su tradicional tarjeta de servicios de color verde.
Por supuesto que esta compañía no ha estado ajena a la problemática en tarjetas, aunque en su caso la morosidad aquí se encuentra por abajo del promedio del sistema que anda en 9.5 por ciento. Esto se debe al tipo de clientela y a sus modelos de riesgo.
Aun así en 2008 creció por volumen un 11 por ciento, que aunque fue bueno, significó una baja frente al 17 por ciento del 2007.
Para 2009, Amex como el resto de las instituciones, va a mantener un comportamiento muy conservador para disminuir al máximo los riesgos, tanto en su tarjeta de servicios, que es la que se paga cada mes, como la revolvente que apareció a mediados de los noventa.
Desde el año pasado su plantilla hoy en 5 mil personas, ya se ajustó en un 7 por ciento para ceñirse a esta realidad.
Si bien su actividad será menor, dada la cautela del consumidor, sus números se verán amortiguados por el resto de sus servicios, entre ellos su tarjeta corporativa y el volumen de negocios que le representan sus establecimientos afiliados.
Por lo pronto su enfoque se orientará a atender de forma primaria su negocio principal, o sea tarjetas, así como mantener una enorme cercanía con la plantilla y la clientela, para que el servicio se convierta en un diferenciador en el mercado.
Hacia los clientes con dificultades hay diversos programas en marcha, que les permitirán renegociar sus pasivos.
La morosidad en tarjeta no es un tema exclusivo de México. Amex también la vive en otros mercados, incluido EU en donde la cartera vencida de tarjetas que había promediado 3 por ciento, ya trepó a 7 por ciento y con la expectativa de deteriorarse más por el desempleo.
Aun así, la multinacional que preside en lo global Kenneth I. Chenault arrojó al tercer trimestre del 2008 ingresos consolidados por casi 22 mil millones de dólares, con 8 por ciento de crecimiento, aunque habrá que esperar su reporte de todo el año que se dará a conocer este mes.