La flexibilización de la política monetaria por el Banco de México ayudará a impulsar el consumo, reactivará el crédito y permitirá a las familias y empresas obtener un mejor financiamiento, aseguraron el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y analistas financieros.
Sin embargo, no será un mecanismo para que la economía pueda tener un mejor desempeño y el Producto Interno Bruto (PIB) se moverá en terrenos negativos, mencionaron los analistas.
Carstens señaló que la reducción en la tasa de interés interbancaria ayudará a reducir el margen de financiamiento para que las empresas y las familias mexicanas obtengan mejores condiciones de crédito. “Le damos la bienvenida a la reducción de las tasas de interés por parte del Banco de México, fue una medida muy adecuada. Yo pienso que con estas acciones y las que ha llevado el gobierno, vamos a poder enfrentar mejor esta etapa”, dijo Carstens.
Ayer, en su primer anuncio de política monetaria de 2009, la Junta de Gobierno del Banco Central decidió ajustar en 50 puntos base la tasa de interés interbancaria a un día, para llevarla a 7.75%, desde 8.25% en que se encontraba.
Los analistas consideraron que el nivel promedio de la tasa podría reducirse hasta un rango de 6%, en los siguientes meses.
“Esperamos un nuevo corte en febrero y a lo largo del año una reducción total de 175 puntos base”, expuso Alberto Gómez Alcalá, analista del Grupo Financiero Banamex.
Raúl Feliz, economista del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dijo que disminuir la tasa a lo largo del año “probablemente hasta 5%” no ayudará a que la economía mejore en su crecimiento, ya que la contracción del PIB continuará.
Actinver consideró que la disminución de tasas podría llegar a 6% y es una buena oportunidad para que las empresas grandes que se dedican al comercio ofrezcan ofertas a la población y se recupere el consumo
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