Experto afirma que en un año difícil lo más pragmático es ahorrar en consumo de energía, teléfonos, agua, transporte y entretenimiento
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EL UNIVERSAL
MIÉRCOLES 20 DE ENERO DE 2010
Ante un año complicado en política económica, es preciso que las familias racionalicen sus gastos, consideró el coordinador académico de la Universidad Interamericana para el Desarrollo, Roberto Guerra Sánchez.
Dijo que aunque es una tarea ardua y difícil se requiere de fuerza de voluntad y saber dónde conviene ahorrar, y expuso que 'si damos prioridades a las cosas importantes en nuestra vida no vamos a ahorrar seguramente en alimentación, salud, vestido, casa y educación'.
Pero, abundó en entrevista, 'sí lo podemos hacer en el consumo de energía, teléfonos, sobre todo celulares, agua, transporte y entretenimiento. Recordemos que peso no gastado es peso ahorrado'.
Expuso que las familias resentirán este año el incremento en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) , que pasó de 15 a 16 por ciento, aunado a los aumentos tarifarios a los servicios de luz, agua, transportes y a los derechos e impuestos locales como predial y tenencia.
Consideró que la respuesta a la situación no son los aumentos de salario por decreto, que vayan de la mano del aumento de la inflación para recuperar 'aparentemente' la pérdida del poder adquisitivo.
Y es que, precisó, nadie quiere llegar a la tienda de autoservicio para darse cuenta que los bienes aumentan diario y que éstos serán inalcanzables.
Guerra Sánchez propuso, en cambio, mejorar los ingresos y racionalizar los gastos. Para lograr lo primero 'debemos obtener un mejor empleo, conseguir más de uno, o desarrollar nuestra propia fuente de ingresos'.
En cualquiera de las alternativas anteriores, reconoció, 'vamos a encontrar una competencia brutal y despiadada, puesto que según cálculos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la tasa de desempleo en México en 2010 ascenderá a 6.9 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) .
Por tanto, dijo, 'debemos estar mejor preparados para poder ofrecer al mercado laboral las competencias que éste requiere, no sólo el saber se vuelve importante, sino que el saber hacer se hace indispensable'.
El catedrático añadió que si se escoge desarrollar una fuente de ingresos y se busca satisfacer una necesidad de la sociedad, comúnmente llamada mercado, se requiere una gran dosis de creatividad para abrir un negocio, que no siempre es un camino fácil: conseguir permisos, autorizaciones y registros.