(Salmo 61:1-8) 61 Oye, sí, oh Dios, mi clamor rogativo. De veras presta atención a mi oración. 2 Desde la extremidad de la tierra clamaré, aun a ti, cuando mi corazón se haga endeble. A una roca más alta que yo quieras guiarme. 3 Porque has resultado ser un refugio para mí, una torre fuerte frente al enemigo. 4 Ciertamente seré huésped en tu tienda para tiempos indefinidos; me refugiaré, sí, en el escondrijo de tus alas. Sélah. 5 Porque tú mismo, oh Dios, has escuchado mis votos. [Me] has dado la posesión de los que temen tu nombre. 6 Días añadirás a los días del rey; sus años serán como generación tras generación. 7 Él morará hasta tiempo indefinido delante de Dios; oh, asigna bondad amorosa y apego a la verdad, para que estos lo salvaguarden. 8 Así que ciertamente celebraré tu nombre con melodía para siempre, para que pague mis votos día tras día.