Antes que nada un saludo.
Su caso es muy común, el alto interés del crédito al consumo aunado a los reveses que da la vida, a veces lo vuelve impagable.
Hacer la reestructura de la deuda puede parecer factible y hasta atractivo, lamentablemente es imposible conocer el futuro y eso es lo que los ha llevado a la situación actual, si reestructura la deuda, estará aceptando legalmente un nuevo monto, aun mayor y nuevas condiciones, aunque en plazos mas cómodos, sin embargo, si incumple alguno de estos pagos, por cualquier razón, la reestructura se cancela y quedará como al principio, solo que debiendo más, mucho más, a veces hasta el triple de la deuda original.
Claro que nosotros podemos iniciar negociaciones con el banco de todo tipo, pero es una filosofía fundamental de la organización resolver el asunto cabalmente, así que la estrategia es buscar un convenio que salde la deuda definitivamente.
¿Cómo?
Esta estrategia se basa en tres factores fundamentales:
El primero es el inicio de negociaciones con el banco a través de la organización para evitar en lo posible cualquier procedimiento judicial y en caso de haberlo, asignar un abogado que lleve la demanda y contener cualquier posible daño al patrimonio del afiliado.
El segundo es que el deudor debe iniciar un plan de ahorro y reorganizar sus finanzas, aun cuando esto signifique la suspensión provisional de pagos, para lo cual es la protección que ofrece la organización.
Tercero, la premisa de que a las instituciones crediticias les conviene más un mal arreglo que un buen pleito, el cual, aun cuando lo ganen, no garantiza el cumplimiento de las obligaciones del deudor, toda vez que nadie está obligado a lo imposible y si el deudor no puede pagar, sencillamente no lo hará.
Conjugadas estas tres estrategias, es posible liquidar el adeudo con un descuento importante y en los plazos que sean reales para el afiliado.